sábado, 22 de enero de 2011

Intercesión: Un descanso

Hans Krûger y otras mujeres han sugerido, de manera sola, la importancia de la escucha de voces femeninas, aún en los rincones menos parturientos del mundo, como en China, en donde el método es la Reencarnación. Así es como sugirieron y como yo debí haber escuchado y haberme sentido llamado por voces femeninas entre las que se cuenta la de Hansa Krûger y otras más, que se dedican, desde hace semanas, a impartir el conocimiento del cuerpo del que tan sorprendentemente estábamos alejados según conclusiones que excluyen (no por tendencia) las otras voces contrarias (que no son solo voces de hombres). Ya Élide Viamonte, confidente de la señorita Krûger de pómulos espolvoreados, dijo que Shakespeare escribió sus obras por encargo de una prima desgraciada, o en instancia de posesión femenina, o creando un narrador de tono deliberadamente femenino, todas estas, teorías que aplica en ocasiones. Ya, también, un santo dijo que los ángeles "guardan el aliento sensual de Afrodita o de cualquier mujer; guardan también su compostura y sus efectos; no hay ocasión de pegarles o de asemejarlas o de impedir que les robemos el espacio en la lista clasificada de Dios". Hansa Krûger prefirió no entender lo que yo le dijese: que siendo este espacio* uno para la difusión de mi voz (y a veces de la de Un Espíritu), era inoperante y casi siempre del diablo tener que incluir una personalidad contraria que bien podría hacerse de su propio espacio. Hansa Krûger continuó sosteniendo que en ningún espacio puede sobrar una voz femenina (y en ninguno sobra). Así es como decidimos hacerla intervenir con este texto que escribió en el Otoño pasado, cuando hubo concurrido a un recital de música ligera.

*Querrá decir: blog

Última crítica a un último disco de la banda que todos aman, Oasis

Los acordes del disco empiezan como ya empezados. Esa es una ley que Oasis sabe aplicar por la literatura. En otro momento, cada lugar ocupa su lugar. No hay pasos pensados en este disco. Este álbum es de la clase de los transportadores: porque permite un viaje o dos. Su escucha es una fiebre oceánica de pléyades sucumbiendo a la tentación de la carne, en el descenso del hombre por las serpientes, ante un agua (o dos) que rompe oscura. Una acumulación de sonidos guiada con maestría que siempre parece estar queriendo decir algo o ya lo dijo.**

Una canción es múltiple o proliferante. Hablo de la tercera que en un momento es dos canciones. Está la canción primera que a partir de ahora llamaré primaria: los tonos claros de la cítara rubicunda, nazi o de Polly Jean Harvey. Después está la otra. La alternante. Al principio es un juego. Más tarde es cuando uno acepta el siniestro. Es otra canción superpuesta, una comitiva de músicos invitados que se dejan llevar por la cítara que ya va uniforme (pero anterior). Inventan algunos sonidos para hacer compañía o solo para bromear, inventan unos pasos nuevos que no existían. Todo se produce bajo el efecto y los dominios de la cítara. Entre los músicos invitados están los integrantes regulares de la banda. La cítara llega como por accidente: el progreso del grupo es notorio con respecto de la obra anterior, pero aún se cometen ciertas frivolidades, como los intermedios electrónicos inspirados por la mejor prosa de Arvo Part (son tres intermedios de corrido).

Otra canción, la segunda, está hecha con fuerza y está pensada para ofrecer contraste con la primera que hablaba de conflictos en la infancia (pero el tono es profético). Esta canción intenta ser alegórica. Hay algunas maniobras que fueron pensadas para causar tal o cual efecto. Con pericia, el efecto se disuelve antes de que llegue a causarse algo. La intención de cierta progresión hacia el final nos da la pauta: ; o el álbum es progresivo. Otras intenciones son las de teología en el medio y otra más clara para incluir tres canciones que vendrán más tarde en esa única, para ofrecer cierta sensación de circularidad. Con la exactitud del traductor o del hereje, todas estas intenciones quedan dulcemente inmovilizadas antes de cruzar el umbral sajón de las cuestiones físicas o reales o empíricas.

El resto de las canciones es reductible fácilmente. Hace mucho que vengo oyendo hablar, eternamente, sobre la "reseña" y también sobre la "referencia cruzada" (pendiente de la geometría y el satanismo)***. Según sé, el proceso del que se abusan estos tópicos primogénitos es el de la recolección de cosas anteriores. Tiene que existir algo anterior de lo que hablar para que haya reseña. Tiene que existir Algo para que exista el diálogo. Por eso es que el diálogo no es el origen del mundo, la reseña tampoco y, por eso, es que el mundo existió aún antes de la palabra, como ya muchos han acertado en decir. Este mecanismo de la reseña es el que se usa, también normalmente, en el resto de las canciones de este disco último. Todas parecen siempre estar refiriéndose a otra. Esa otra es anterior. Con frecuencia, devuelven un sentimiento de nostalgia por lo que perdimos. Guardan y roban la esencia del cover que el cover ya había robado. Cada uno de los acordes suena exactamente como una desviación, como una nota que no era de esa forma, en un original. Hay un tráfico de ideas entre el Mundo Platónico y este álbum último. El factor de la lentitud y el otro de la extensión acentúan el efecto. Canciones lentas, extensas y desviadas. De alguna manera extraña, uno ya se encariña con todas ellas en la primera escucha: que es la segunda en este caso particular (técnicamente). La extraña sucesión de imágenes remitentes se desarrolla, entonces, mostrando el hilo de una progresión al infinito que nunca tiene cara. No hay una copia, hay una reversión, no hay un original. Todas esas cosas que el disco dice ya se sabían pero ahora se explicitan de una manera épica****. Muchos interpretarán esto último así: "La multitud de discos anteriores es una serie de causas que devino en el disco último". No me quejo de ellos pero acepto la interpretación con distancia: el hallazgo de esas causas es tarea deficiente o liquidada de antemano. No hay versiones originales a la vista. Hay un himno, pero no está la carraspera que lo arrastra. No hay mentor y no hay discípulo (Una doctrina del sur de China explica que en esta situación fue que se creó el mundo). Nadie es primero o todo es lo último. La canción nueve suena a buena versión. La siguiente suena a interpretación de un clásico folclórico. La cuarta, más difusa, emprende una renovación inmóvil. Las que quedan se asemejan a las otras. Una única se permite ser una deformación de la ya deforme canción cuarta. Como en todo hecho, La Gente comienza a preguntar: estos comienzos son comienzos de antología. Ya algunas personas hacen inscripciones en paredes y son inscripciones referenciales. Algunas personas dicen cosas de terror y de presagio incomprensible ("pero morimos ayer"). La banda que le dio origen al disco no da señales de entretenimiento y ya ha desaparecido o ha muerto. Otros fundan la defensiva. Ayer fue cuando hablé con estos medios peninsulares, medios angurrientos. Antes de esta reseña, la conversación era necesaria. Son grupos de periodistas, teólogos y otros fetichistas que permanecen estables ante la posible existencia de los originales anteriores. Hablamos de las canciones y me develaron el afán de su empresa: estaban en búsqueda de los originales que dieron esencia a estas que forman parte del disco último. Los reducía un temor: que morimos. Los motivaba una contingencia del pensamiento: que la cantidad de discos de la historia de la humanidad es numerosa pero no es infinita. Les recordé la sentencia de un clásico: "Infinito es lo que nos sobrevive". Los discos lo hacían.

Hoy, esos hombres, han dado en disminuir el número de los discos a uno que engloba solo aquellos a los que se vieron sometidos los integrantes del grupo y todo aquel que hubiera intervenido en alguna de las canciones inconsecuentes de este disco último. Vidas mortales no podrán someterse a cantidades inmortales, a pesar de que nos somete el mundo. Cinco vidas mortales, serán cinco vidas de investigadores, o incluso más: la empresa tomaba el color de la victoria, que no es color metálico. Aquellos hombres habían alquilado una habitación decente pero en decadencia y desde allí manejaban un centro de operaciones de carácter militar del que hablaron mucho pero del que nunca mostraron nada. Su misión cada día gana otros adictos. Actores, cuerno de abundancia, políticos, carnada del altruismo, políticos solo uno o dos. No es la existencia de un original lo que nos excita, es su refutación. Digo estas líneas pero no puedo evitar pensar en otra cosa. En los hombres. Son la nueva cara de un Dios o de una promesa terráquea ¿Qué vida hay afuera del original? Imaginé la cara de uno: se desvaneció en tres segundos. Imaginé a otro y a este lo dibujé: cada cara se desviaba hacia algún párpado que clausura la vida. Imaginé un último: tenía barba de nórdico y los ojos de Argos, inútiles. Hace horas que la imagen está fija. No se va y no vendrá. Nos entrevistamos mañana con uno de estos hombres, el de la barba. No habrá palabras de entremedio porque voy a comprender ya al principio. Solo necesito ver una cara y saber la medida de los hombres que mueren ¿Qué otra cosa hay después de la cara? La cara es mortal y su muerte será la muerte o la excitación.

ANOTACIÓN DEL 5 DE MARZO: La cara es inválida o deforme o la anularon. Todavía sin verla. Ya fueron veinte las visitas que se cancelaron. Tardaré en comprender que la cara me sobrevive. Que es el rostro de mi muerte o de la muerte de todos menos la mía: digo, el Apocalipsis.


**La misma frase había sido utilizada por Mark Kessing(son) (islandés prohibido o islandés encubierto) en reseñas respectivas de los discos "Have one on me" de Joanna Newsom, dos de Silvio Rodríguez y para "Pink Moon" de Nick Drake. La misma frase ya había sido utilizada por Kurt Cobanson al parodiar las reseñas de Mark. Ya alguien había hecho un comentario sobre la cita de Kurt y el realismo homogéneo de Mark. La historia vuelve a repetirse porque otros nos prefiguraron y aún otros nos predijeron. Tal vez soy la cifra final con que muere el mundo una muerte mínima pero colaboradora.
***Se refiere a los últimos veinte años pero el tiempo del texto es otro que el de la realidad: el primer tiempo de las primeras herejías, que eran llamadas reseñas o referencias cruzadas.
****Esta palabra ha llegado a vaciarse de una manera tal que algunos pueden reemplazarla por "larga", "roja", o "pagana". De ahí la famosa disputa entre "mujeres épicas" y "mujeres de una sola noche". La autora utiliza aquí el segundo sentido pero no habría que renegar del tercero de manera tan súbita como hiciera Santo Tomás de Aquino, hace un tiempo ya. Otros prefieren no darle un sentido pero explican esta situación diciendo que es como la Tierra Prometida, ya estaba ahí desde el principio pero ninguno sabe como explicarlo.

miércoles, 5 de enero de 2011

Estar también en el futuro también es una ausencia

Idea que refirió un programa de televisión es una que no hace mucho empezó a expandirse sobre la cara de Dios. El programa era una suerte de experimento de simulación social. Sus personajes eran tres cuando contamos a los que sobreviven de un día a otro. Los tres compartían la suerte de los jóvenes y los marginados: querían ser policías. Los tres no se habían dado cuenta: lo eran desde hacía tres años o dos, pero los arquetipos bíblicos ejercían sobre ellos una ceguera especial, la rutina. En un capítulo hay una muerte dolorosa y secreta. En todos los demás también. En el siguiente, una multitud se congrega en una plaza pública para repudiar el control despótico que un gobernante hace de ellos; los tres policías toman el poder para que ya nadie diga que son "oficiales corruptos": en este punto, la serie ha variado para ser su sucesora o una definición nunca antes oída; la gente celebra después y la están matando; la gente celebra porque la están ordenando; el último de los oficiales casi pregunta: "No tengo nada contra la gente, solo, no la coloque tan cerca"; esta frase también es última y tampoco es oficial. Súbitamente encuentro que relaté el final de la serie. Un dato mínimo que muchos disfrutan de leer sobre ella es uno que habla de las operaciones oficiales para encontrar maleantes. El método es numérico, como el método del apocalipsis o el de la astrología, cuya unidad es el año o la causa. Es también un método externo y un método no específico. No falta para que entre en el concurso de los métodos inadecuados. Participa en verano de los métodos fáciles y de los métodos para después de Navidad. El método puede ser definido en estas palabras: El cálculo del tiempo restante para el final del capítulo está evidentemente relacionado con la confirmación de la sospecha sobre un incriminado. Pongamos por ejemplo: Una mujer muere por argumento teológico. Su muerte está rodeada de suspenso místico y dos veces se reza un padrenuestro completo, dos veces se pregunta sobre la identidad de la mujer, dos veces se dice su nombre, dos veces hay alguien que refuta: la atmósfera es de simbolismo irresuelto pero que se resuelve. Su marido había dormido con ella toda la noche y habló muchas veces conversaciones que nadie conservó. Uno de los oficiales, el menos astuto, sugiere que el marido es culpable (esta mención es siempre necesaria pero nunca es definitiva). Otro oficial sugiere que se lo ponga a consideración. El tercero, el último, calcula el tiempo de final: restan cincuenta minutos. Su deducción será la siguiente: si condenamos a este ahora ¿cuánto tiempo quedará por llenar y sin material razonable? (aunque ni una de estas especulaciones se pone en escena). El marido gusta de la libertad y le dan el gusto. El método suele ser pretencioso pero también acierta mucho. Muchas veces se equivoca pero la equivocación excede las características del programa y queda flotando en el aire o afuera, de manera que la verdad resulte otra. Muchas veces, cualquier marido puede empezar a reanudar su carrera en la repartición de argumentos de la que vengan nuevas víctimas y sin necesidad de estar casado: pero estos hechos no suelen contarse en el episodio o se cuentan como disculpa en episodios posteriores, cuando ya a nadie le importa porque el tercer oficial, el último, tendrá un hijo con la telefonista y un hombre que mata de acuerdo con los horarios de trenes y las iniciales de un nombre ya está dando que hablar y está en la televisión. El método es peligroso: una mujer es sospechosa de haberle hablado a su tía antes de su muerte; inmediatamente se convierte en sospechosa de la muerte misma; calculan el tiempo restante y son cincuenta minutos; se la libera y se la perdona; pasan cuarenta minutos y la asesina vuelve a ser la misma mujer (pero nunca había dejado de serlo): en estos casos, no se ha tenido en cuenta el factor de la sospecha postergada, pero muchas veces se tiene y no muere tanta gente. Otra vez el programa dura diez minutos y con resolución incluida. Muchos dijeron que ese episodio ya estaba dispuesto o predestinado a ser así. Extrañamente, los oficiales lo sabían y apuraron sus averiguaciones. Todo pasó tan rápido que decidieron guardar la identidad del asesino que también pudo ser una vaca o un gorila no amaestrado, en la época de los plenos gorilas con maestro. Los tres oficiales son tres por una costumbre de la memoria, que ya supo de Moiras que también ocasionaban y prevenían el futuro y de Erinias quienes también se dedicaban a juzgar con crudeza y ceguera. La triple operación se puede resumir en un oficial, pero el programa es de carácter alegórico.

Entrevista con uno de los creadores que no se llama Jeff Johnson:
- ¿Podríamos concluir que descubren crímenes por el tiempo que falta para que termine el programa?
- Si.
- Todos deberían ser programas de 50 minutos, porque calculan desde la primera vez que aparece un sospechoso. Una vez sucede que quedan 20 minutos, habían rellenado otros 20 con chistes sobre judíos y negros hablando mal.
- Si.
(Inventado por Un Espíritu para su "Conferencia sobre papeles letárgicos y subculturas que esperan por un miembro")

Nelly Kelley, de la revista "Panteísmo no es Globalización", acertó en mostrar la eficacia natural de estos oficiales que nadie necesita escribir en un guión. Los tres se encuentran en la escena y las cosas fluyen, fluyen como el río del tiempo, por ejemplo. En otro artículo resalta la capacidad artística de los tres oficiales que muchas veces deben fingir relaciones conyugales entre ellos mismos, o entre otros miembros del escuadrón para estimular respuestas en los sospechosos: respuestas que no necesitan pero que ayudan a complementar la sagacidad adquirida o la contradicen para bromear. Nadie hay de los que son capaces de notar más cosas en el desarrollo del programa, pero los ayudaré mencionando el hecho fantástico de la previsión de pensamiento: los oficiales acompañan el devenir mental de los sospechosos completando sus estados mentales con sugerencias, situaciones, hipótesis, hiperantítesis que, por lo común, no manipulan el amplio, convexo y difuso mundo de los hechos pasados, que hasta se confunden con el pasado (quiero decir, con el mito). Ante una escena de lágrimas, el oficial puede comenzar sugiriendo que la persona estuvo muy enfadada, que tuvo una discusión con la otra que ya murió, que tiene un registro de acciones que también son "ejemplos para un Ser Vengativo", y otros hechos más o menos genéricos que no descartan la importancia de estar lidiando con un homicida (resultado silogístico de la operación). Nelly Kelley se aprestará a omitir estas anotaciones que yo hago por decir que son más bien características contingentes o no premeditadas, carácter, este último, que (como ya aprendimos del tercer y último oficial) "Jamás quita el mérito de la culpabilidad". Y es cierto.


Las repercusiones del hecho del final anticipado no tienen límites. Margo Strôgmer ya había escrito un manifiesto a favor del marxismo llamado, "A favor del marxismo", que goza de la clave de los comunistas que es "siempre ser explícito", carácter que ha comportado excesos de interpretación. También escribió una novela sobre seres con nombres autóctonos y arcaicos de aparición espontánea que adolecen de niñez y de embarazo o de proceso, y que a cada segundo están en un estado sin causas vívidas, que recuerda fácilmente a esa "Tierra de los cinco minutos"*. Ahora también inició una campaña que involucra al programa, a su método y a la Primera Persona, Bellísima Grant. Esto Bellísima Grant, "mujer del pueblo", "cara autóctona", "palabra de todos o de Dios", "miembro del orden", es también el blanco experimental de las primeras bromas, los primeros usos de un sobrenombre y la primera deudora de un programa sin cuotas de adquisición solar. Dicen que Dios la creó para bromear y para "ver que pasaba" o "por si acaso"; su costilla es fértil y su sexo es dudoso, pero también inició las primeras dos guerras mundiales a las que opacaron las dos siguientes verdaderas guerras mundiales (definitivas) y a las que los profesionales de la historia simularon bajo el nombre de "carrera armamentista" o como un nuevo affaire de Roosevelt con quien también tendría al nacionalismo. Como Bellísima salió bien, pasó a ser un personaje de Virginia Wolf, pero algunos se resisten a dejar de llamarlo como es, Bellísima Grant, hecho que atrasó cien años en el tiempo a la humanidad que ahora tendría implantes de córneas gratuitos e innecesarios. Bellísima Grant, proyecto de hombre, también es recientemente utilizada con el método del final anticipado. Margo Strôgmer utiliza el método para desarrollar la vida de esto y ha adivinado tres casamientos y dos muertes en Bellísima Grant pero ha olvidado mencionar el sexo de sus hijos antes de nacer. Aquel podría ser el comienzo de toda una raza paralela que Dios había cuidado de vedarnos. Algunos magnates no han dejado de decir desde hace dos meses que el uso del método de El Último Oficial en la vida de Bellísima Grant supone la creencia en la teoría de la predeterminación y supone saber el final de la vida de esta persona que ya varias veces se ha declarado "Inmortal y recesiva". Margo Strôgmer, católica absoluta, ha aceptado las críticas y nos ha recordado la utilidad secreta de ser comunista y anti-comunista al mismo tiempo, goce que ya algunos mártires cristianos implementaban y al que los padres de la Iglesia llamaron "Bilocación". Margo Strôgmer toma la vida de Bellísima Grant y cuenta: faltan tres años para su muerte, hoy Bellísima Grant sufre de una descompostura; Margo deduce que Bellísima no puede morir hoy y que su muerte es irremediablemente lejana, pero irremediable. Muchos hacen como que anotan que entonces es como si Bellísima ya estuviera muerta. Margo se ofende. Un hombre inteligente ha sabido decir: "La acción de adivinar instantes sucesivos en el tiempo a una distancia de minutos o días es casi una molestia, una carga o un chiste que no ayuda a resolver cosas que si pasaron. Sería un adelanto tecnológico importante permitirnos abandonar este método y dejar que los hechos se desarrollen según su curso natural: el del reemplazo y la reposición. Me estoy perdiendo mi programa de televisión". Mi deducción personal es la siguiente: el método del oficial es utilizado a partir de un régimen horario predefinido para adivinar hechos externos a él; el método en función de Bellísima es reincidente porque se basa en la vida de esta persona para adivinar hechos de esa misma vida (es decir, su vida). Los resultados son abominables.

Últimamente es cuando adivinos y oficiosos de la traducción han decidido aprovechar el método del Tercer Oficial para adivinar el devenir del mundo. Utilizan el sistema de años y meses. De esta manera es que se ha sabido que Venezuela no declararía su guerra a Malawi porque esas cosas suelen suceder en Noviembre, según datos de La Historia. El gobierno de Venezuela se defendió diciendo que no dejará de hacerlo, pero que aprovechará el sol de Diciembre para tostar a sus soldados y confundirlos con nativos. En la confusión, los soldados de Venezuela correrán con el riesgo de matarse a ellos mismos o de defender la causa de Malawi, quien espera desde hace años por un mesías que Venezuela simuló ofrecer en Octubre pasado a cambio de un dinero que no se devalúa: La fe popular. Una crisis de inflación atacó el sistema de un país a cargo de una presidente. Los oficiosos adivinaron que no dimitiría. La presidenta no dimitió y es posible que la influencia de los adivinos haya sido perniciosa.

*Hans Krimer, recientemente, ha sacado a la luz un manuscrito que otros se apresuraron a decir "Obra de arte" y "obra de teatro", simultánea e increíblemente. El manuscrito no está terminado, pero lo está y también estaría basado en esta tierra de los cinco minutos que mencionamos. A cada momento, en esa obra, la situación no tiene causa evidente. No tiene causa alguna y muchos espectadores que la vieron de día se quejaron de la "vigilia infundada a la hora del sueño" (con estas palabras) a la que la obra induce. Estos mismos espectadores se apresuran a cambiar de opinión y olvidarse, hacer comentarios sagaces o más bien genéricos o hablar de un poema de Baudelaire que a todos les gusta volver a decir porque es tan bueno.


La vida también es numérica (además de la historia, la filosofía y la resolución de crímenes en serie): Resume este texto en GoogleVersions y averigua en que categoría entra según el novedoso sistema de catálogo por número de caracteres (La literatura realista no puede limitarse a los 1000 pero vence una vez más a la literatura fantástica tras el descubrimiento de estos fósiles de unircornio)