domingo, 24 de julio de 2011

Era inmortal pero no lo recordaba

Otro hecho que si podría ser considerado reciente y que no sería una consecuencia o producto de guerra de secesión*, es la (reciente) aparición de los "Hechos de Un Espíritu en Roma", por Un Espíritu. Es un manuscrito que Un Espíritu ayer publicó y que viene desde el siglo en que tuvo lugar su estancia en Roma, hasta que debió escapar (durante el principado) para ser un fariseo en Judea y otro país. Ya la aparición ha suscitado participaciones diversas que no pueden ser consideradas anacrónicas. Muchos (que ahora viven) dicen que el manuscrito es un descubrimiento del grado de lo científico o de lo divino (son religiosamente flexibles). Otros establecen que no se puede descubrir lo que es contemporáneo (son irritables por nomenclatura). Algunos (que coinciden medianamente con los primeros muchos, y que pueden ser muchos pero de otra manera) establecieron que "vivimos en un estado de descubrimiento". Amelita García niega todo, pero incluso pide que se estudien las afinidades del hecho con una guerra civil y establece que confeccionará algunos gráficos de tortas al respecto. Unos últimos encuentran sospechoso el reciente asesinato del cónyuge de Amelita García:

(conversación telefónica del oficial Horatio Cualunque que obtuvimos por circunstancias)
HC: Claro... pues sí... ¡pues claro! Pareciera sospechoso el hecho de que lo encontraran desnudo y muerto en el baño, con ella llorando en la habitación de al lado, que casi siempre suele ser un comedor amplio con ventanas importantes... ¡y las entradas! Las entradas ahí, limpias, ahí, estando ahí sin forzarse para nada, ¡para nada!... ¿Eh? ¿Cómo sabes eso? ¿De dónde lo sacas? ¡ES VERDAD! ¡TIENE SENTIDO ! ELLA LO MATÓ.

Ya podemos decir que las discusiones no tendrán fin, por eso es que esperamos que eventualmente no lo tengan, o que deriven en una discusión sobre Hitler, y se camuflen con sangre y sed de venganza nacional. Más allá de estas predicciones arriesgadas y desinteresadas, es evidente que los mejores momentos del libro de Un Espíritu pueden ser algunos que vienen a continuación. Están numerados de una manera arbitraria que escapan, eficazmente, a cualquier intentona** de sistematización. Algunos revelan amplios e importantes aspectos de la vida romana que, hábilmente, desplazan los aspectos "verdaderamente importantes". Los aspectos amplios habían sido omitidos hasta ahora por "compromiso científico", aquel que todos detestamos desde la vida de Galileo Galilei, que nos enfrentó con el furioso rostro de la naturaleza marginal (interpretación propia). También hay un amplio período de tiempo sin datos, en el que Un Espíritu se hubiera escondido como un campesino o como los Gracos, para escapar de los acreedores.

I
Hoy no fui al senado. Mataron a alguien que no voy a conocer hasta veinte siglos después, por comunicados de historiadores y comerciantes. Fui a las termas.
VI
Catón quiere hacerle la guerra a Cartago, lo que para mi está muy bien, ¡la tal Cartago! Hoy vino Catón al senado. La gente se abría a su paso porque sabía que se venía con él "un hecho histórico", y los vientos del cambio le cubrían la sombra de la cara. Traía en sus manos higos de Cartago. Quería demostrar la necesidad de la destrucción de la ciudad esencialmente estética. A decir verdad, las pruebas eran débiles. De hecho, eran higos.
VIII
Hoy Graco vino a dar ejemplo democrático y también vino a votar su ley en la Asamblea. Hubo revuelta y el senado está furioso. Escapó al bosque y el senado debió acribillar a sus partidarios con un conjunto de arqueros griegos que se hospedaba en la ciudad para dar un concierto de peluquines graciosos.
IX
Derrotan a los Galos en Aquae Sextia, ahora Galia***
LXXXV
Hoy fui al senado. Pasó "La conjura de Catilina", pero la resolvimos con presteza militar propia del siglo II (antes de la venida de la cruz) en el período de la República Romana, en donde las conjuras eran clásicos espectáculos de circo.
XC
Hoy fui al senado. Pasó algo que después llamarían "Primer Triunvirato". Nosotros, en cambio, solo habíamos acordado en decirles histéricos. Estaban enfurecidos y por eso firmaron el Primer Triunvirato... ¿o eso fue antes?
XCII
Pompeyo pierde contra César. Dijo que su problema fue: "hay demasiados generales en mi cuartel". Y es verdad, ya Cicerón se había quejado de las medidas de las habitaciones en la Antigua Roma. Eso no se reformularía hasta Octavio.
XCIII
¿Egipto es también nuestro? ¿Qué es? ¿No había sido asesinado después de esa peste? ¿Qué está pasnidhihfusfbug...
CXX
Senado. Hubo una discusión que dicen que es importante, pero nosotros no sabíamos. Lucino dice: "Nosotros no dudamos de dudar en la veracidad de sus hechos". César responde: "Entonces dudan". Por eso mismo se resolvió la guerra con un estruendo de aplausos. Salimos a legislar sobre colonias de payasos en la África de Cártago. Son payasos muy graciosos. Tienen colores algo fuertes. Hacen reír a los generales de Numidia, que se están revolcando (hacen una revuelta). Son payasos vitales para el imperium. Parece mentira que estos payasos sean los encargados de dirigir tres milicias cada uno para vencer a los generales de Numidia. Es una risa.
CXXIX
Augusto es príncipe, según lo que dijo. Hay revueltas (también fui al senado).

El resto del libro no es diferente. Un Espíritu acusa de homosexualidad a muchos, pero en realidad parece difícil entender que los está elogiando, ya que después los recomienda para el mando de los circos (que, ¡parecerá mentira!, pero son monumentos a dioses griegos). Esperar una segunda parte sería acusar a Un Espíritu de fabulador. Pero estamos ansiosos.

*Amelita García, recientemente, habría acusado a todos los hechos recientes como "consecuencia o producto de guerra de secesión" en su gráfico de tortas sobre guerras de secesión, en el que el ítem marcado recibe un alto porcentaje en torno a un parámetro que se olvidó de marcar, en su libro "¿Por qué guerras de secesión?"
**Ya la influencia del libro se hace ver con palabras como ésta ("intentona") y otras como "¡Estúpidos cartagineses! Habrá que destruir a los cartagineses", "alevoso", "democracia" y "ley pública", todas ellas desconocidas y difícilmente extrapolables a esta época, pero que ya son víctimas de los más fríos intentos. También el uso de la palabra gracioso para, en realidad, decir "agraciado", pero sin que nadie lo sepa, ni siquiera el que lo usa.
***Hoy, URSS****.
****Hoy ya es Israel.