Esto no era una entrada hasta hoy. Otra entrada caída se convierte en entrada.
[Un Detalle técnico: Si presiona en la imagen, podrá leerla pero continuará permaneciendo en este Blog, del cual nunca se ha ido.]
Otra entrada cae en manos de uno. Algunos la consideran muerta. Otros, ilegible. Sería antes borrador que entrada. Para muchos, "le falta madurar".
Según varios, el último tipo (el tipo G) de la segunda nota, podría resolverse en "Aztecas no humanos y otros dioses". Para muchos otros varios, se resuelve en "Esquimales", quienes ni siquiera pueden ser considerados seres humanos.
Habría otro error en la última nota (la de los surrealistas) que ni siquiera nos hemos atrevido a considerar o a buscar. Aquel sería el precio que se paga cuando los borradores van más rápido que las entradas. La maduración acelerada se produciría por una concomitante aceleración de objetos atípicos como el amor, la locura o un yaguareté.
Serios embajadores del discurso, resuelven la idea de llamar entradas incluso a los mismos borradores, según el famoso concepto de Occam. Estos últimos terminaron por negar la realidad del borrador y de la entrada, como ya habían afirmado que aceptar la inexistencia de los idealistas podría hacerlos cómplices de un asesinato (que el mismo idealista acepta) pero, sobre todo, ahorraría energía mundial. El argumento no solo es falaz, también es idealista. Los idealistas respiraron y decidieron que este borrador es una nueva demostración de su preciada fe en el hombre o en todos.
Con respecto a las interpretaciones que se han hecho sobre la entrada anteriormente citada y sobre la curiosa disposición de Imágen-Comentario, me dispongo a negar aquella que varios del mundo han dado con respecto a que sea una "Lucha desmedida del subconsciente ante el despotismo de la razón sensorial" (tal como nos ha hecho saber Un Espíritu, dador de sangre universal). Tampoco soy afín de aquella que se vuelca a entenderla como "Asociación lícita de la imagen con el pensamiento o el Mundo Platónico de Ideas inertes que son volcadas hacia el mundo de los pecados en forma breve pero, sobre todo, equina y fácilmente ergonómica", tal como Bellísima Grant (en broma) sostuviera. La versión cinematográfica de la entrada mostraría a un joven bebiendo café como bebería vodka en Rusia, o fluidos corporales propios en Desiertos Diversos. El joven se levanta y sabe que está muerto (lo dice). Un joven se despierta y su actor es el mismo que el del joven anterior. Sabe que está muerto, porque el otro está muerto. Una pantalla en negro niega ambas escenas por igual como posibilidades o meras abstracciones del conocimiento. No puedo negar la hermosura de su esencia, ni la belleza de su interpretación porque de ellas las tiene todas, incluso la correcta o la menos mala.